Qué pasa en el río Esera?
Estos días, los vecinos de Benasque están asistiendo atónitos a dos espectáculos simultáneamente.
Por un lado, si miran para arriba, pueden ver las obras de la telecabina que prosiguen impertérritas sin nadie que se atreva a paralizarlas y donde ya se están colocando las pilonas que soportarán los cables de la telecabina.
Aunque pueda parecerlo, no son proyectos separados. A priori no parece que las obras en el río tengan mucho que ver con la construcción de una telecabina, pero no es casualidad que las dos se estén llevando a cabo a la vez, y es que están totalmente interconectadas.
Como muchos lectores recordaréis, la estación de salida de la telecabina se encuentra ubicada en una zona inundable de flujo preferente. Esto significa que en caso de inundación, el agua tiene preferencia en ir por ahí, de hecho, tiene tendencia a acumularse precisamente donde se situará la estación de salida.
Y como eso es un pequeño problema, porque no queremos tener que ver esquiadores nadando, pues la Confederación Hidrográfica del Ebro dijo que para permitir la construcción de la telecabina se tendrían que hacer previamente unas obras para la "reducción de la vulnerabilidad frente al riesgo de inundaciones del casco histórico de Benasque". Estas obras, pretenden proteger la entrada de agua en las calles de Benasque que eventualmente fluirían por las calles y se irían a acumular a la zona de la estación de salida de la telecabina.
A priori el plan parece muy interesante, proteger el pueblo de inundaciones es algo beneficioso y muy recomendable. Pero sin embargo este proyecto también tiene un tufillo sospechoso, a saber:
- Una gran parte del proyecto consiste en dragar partes del río y depositar los materiales extraídos en la campa donde se situará la estación de salida de la telecabina. En total se extraerán unos 4.500 m³ de material que permitirán elevar la cota de la parcela 1,5m. Esta actuación plantea dos problemas: Por un lado implica que la estación de salida de la telecabina, llena de maquinaria que debe funcionar muy bien para que no haya ningún problema, se situará sobre materiales poco consolidados. Y ya se sabe lo que pasa con ese tipo de suelos, grietas, movimientos, etc. Precisamente ahí, en ese edificio que lleva máquinas que sostienen a las telecabinas. Por otro lado surge el problema de que si se eleva la cota de esa parcela impidiendo que se inunde, en caso de una eventual inundación, toda ese agua irremediablemente irá a parar a otros sitios, que previsiblemente serían las calles y construcciones que se ubican y se ubicarán al sur de esa parcela, haciendo inundables otras zonas que en estos momentos no lo son.
- Otra cosa que no cuadra del todo es el tema de los 10 años de retorno y la pertinencia de las obras. Resulta que tras la última gran inundación que sufrió Benasque ya se hicieron actuaciones en el río para proteger al municipio frente a avenidas. Estas actuaciones fueron realizadas de emergencia y desconocemos para cuántos años de periodo de retorno frente a inundaciones protegen al pueblo. Sin embargo, llama la atención que en este caso se proyecten actuaciones, por un valor de más de 1 millón de euros, para un proyecto que protege al pueblo ante un periodo de retorno de tan sólo 10 años, cuando lo normal en este tipo de proyectos en la actualidad es que se hable de periodos de retorno de 50 años o incluso de hasta 500 años. Esto no es un tema menor, en la actualidad estamos viendo y constatando que debido a los efectos del cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes y las inundaciones que en el pasado se podían producir una vez cada 100 años ahora tienen probabilidad de producirse con más frecuencia. Así pues, por qué motivo se gasta esta suma tan importante de dinero en unas obras que podrían ser insuficientes en pocos años?
Así las cosas, queda bastante demostrado que la planificación de estas obras se ha hecho pensando sólo en la telecabina y no pensando en la seguridad y protección del casco urbano de Benasque, su patrimonio histórico y arquitectura y las personas que lo habitan y lo visitan.
Es una pena además que estas obras se estén haciendo como se están haciendo, nuevamente incumpliendo las condiciones ambientales que se habían previsto para causar el mínimo daño al medio ambiente. Una vez más, se repite el mismo patrón que en el caso de la telecabina, las obras se llevan a cabo rápido y mal, priorizando aspectos económicos y haciendo caso omiso de las condiciones necesarias para el cuidado de las comunidades animales y vegetales que pueblan el río Ésera.
De todos estos incumplimientos dan buena cuenta nuestros compañeros de Marea Azul de Aragón, así que os dejo el link al blog para que podáis leer y escandalizaros a vuestro gusto:
Marea azul de Aragón: Las avenidas del Ésera
Muchas gracias por leer hasta el final.
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